"Si nos aseguramos que el maestro enseñe a los niños a leer y ser curiosos, los libros jamás desaparecerán"
Ray Bradbury



miércoles, 4 de mayo de 2016

Cuento de ABELARDO CASTILLO (Buenos Aires, 1935)

EL MARICA


Escuchame, César: yo no sé por dónde andarás ahora, pero cómo me gustaría que leyeras esto. Sí. Porque hay cosas, palabras, que uno lleva mordidas adentro, y las lleva toda la vida. Pero una noche siente que debe escribirlas, decírselas a alguien porque si no las dice van a seguir ahí, doliendo, clavadas para siempre en la vergüenza. Y entonces yo siento que tengo que decírtelo. Escuchame. Vos eras raro. Uno de esos pibes que no pueden orinar si hay otro en el baño. En la laguna, me acuerdo, nunca te desnudabas delante de nosotros. A ellos les daba risa, y a mí también, claro; pero yo decía que te dejaran, que cada uno es como es. Y vos eras raro. Cuando entraste a primer año, venías de un colegio de curas; San Pedro debió de parecerte, no sé, algo así como Brobdignac. No te gustaba trepar a los árboles, ni romper faroles a cascotazos, ni correr carreras hacia abajo entre los matorrales de la barranca. Ya no recuerdo cómo fue. Cuando uno es chico, encuentra cualquier motivo para querer a la gente. Solo recuerdo que de pronto éramos amigos y que siempre andábamos juntos. Una mañana hasta me llevaste a misa. Al pasar frente al café, el colorado Martínez dijo con voz de flauta: “Adiós, los novios”. A vos se te puso la cara como fuego. Y yo me di vuelta, puteándolo, y le pegué tan tremendo sopapo, de revés, en los dientes, que me lastimé la mano. Después, vos me la querías vendar. Me mirabas. –Te lastimaste por mí, Abelardo. Cuando hablaste sentí frío en la espalda: yo tenía mi mano entre las tuyas y tus manos eran blancas, delgadas. No sé. Demasiado blancas, demasiado delgadas. –Soltame –dije. A lo mejor no eran tus manos, a lo mejor era todo: tus manos y tus gestos y tu manera de moverte, de hablar. Yo ahora pienso que antes también lo entendía, y alguna vez lo dije: dije que todo eso no significaba nada, que son cuestiones de educación, de andar siempre entre mujeres, entre curas. Pero ellos se reían y uno también, César, acaba riéndose. Acaba por reírse de macho que es. Y pasa el tiempo y una noche cualquiera es necesario recordar, decirlo todo. Fuimos inseparables. Hasta el día en que pasó aquello yo te quise de verdad. Oscura e inexplicablemente como quieren los que todavía están limpios. Me gustaba ayudarte. A la salida del colegio íbamos a tu casa y yo te enseñaba las cosas que no comprendías. Hablábamos. Entonces era fácil contarte, escuchar todo lo que a los otros se les calla. A veces me mirabas con una especie de perplejidad, con una mirada rara; la misma mirada, acaso, con la que yo no me atrevía a mirarte. Una tarde me dijiste: –Sabés, te admiro. No pude aguantar tus ojos; mirabas de frente, como los chicos y decías las cosas del mismo modo. Eso era. –Es un marica. –Déjense de macanas. Qué va a ser marica. –Por algo lo cuidás tanto… Y se reían. Y entonces daban ganas de decir que todos nosotros, juntos, no valíamos la mitad de lo que valía él, de lo que valías, pero en aquel tiempo la palabra era difícil, y la risa fácil. Y uno también acepta -uno también elige-, acaba por enroñarse, quiere la brutalidad de esa noche, cuando vino el negro y dijo me pasaron un dato. Me pasaron un dato, dijo, que por las quintas hay una gorda que cobra cinco pesos, vamos y de paso lo hacemos debutar al machón, al César. Y yo dije macanudo. –César, esta noche vamos a dar una vuelta con los muchachos. Quiero que vengas. –¿Con los muchachos?… –Sí. Qué tiene. –Y bueno, vamos. Porque no solo dije macanudo, sino que te llevé engañado. Y fuimos. Y vos te diste cuenta de todo cuando llegamos al rancho. La luna enorme, me acuerdo: alta entre los árboles. –Abelardo, vos lo sabías. –Callate y entrá. –¡Lo sabías! –Entrá, te digo. 2 El marido de la gorda, grandote como la puerta, nos miraba socarronamente. Dijo que eran cinco pesos. Cinco pesos por cabeza, pibes: siete por cinco treinta y cinco. Verle la cara a Dios, había dicho el negro. De la pieza salió un chico, tendría cuatro o cinco años. Moqueando, se pasaba el revés de la mano por la boca. Nunca me voy a olvidar de aquel gesto. Sus piecitos desnudos eran del mismo color que el piso de tierra. El negro hizo punta. Yo sentía una cosa, una pelota en el estómago. No me atrevía a mirarte. Los demás hacían chistes brutales. Desacostumbradamente brutales, en voz de secreto. Estaban, todos estábamos asustados como locos. A Roberto le tembló el fósforo cuando me dio fuego. –Debe estar sucia. Después, el negro salió de la pieza y venía sonriendo. Triunfador. Abrochándose. Nos guiñó un ojo. –Pasa vos, Cacho. –No, yo no. Yo, después. Entró el colorado, después Roberto. Y cuando salían, salían distintos. Salían no sé, salían hombres. Sí, esa era la impresión que yo tenía. Después entré yo. Y cuando salí, vos no estabas. –¿Dónde está César? No recuerdo si grité, pero quise gritar. Alguien me había contestado: disparó. Y el ademán -un ademán que pudo ser idéntico al del negro- se me heló en la punta de los dedos, en la cara, me lo borró el viento del patio, porque de pronto yo estaba fuera del rancho. –Vos también te asustaste, pibe. Tomando mate contra un árbol vi al marido de la gorda; el chico jugaba entre sus piernas. –Qué me voy a asustar. Busco al otro, al que se fue. –Agarró pa ayá –con la misma mano que sostenía la pava, señaló el sitio. Y el chico sonreía. El chico también dijo pa ayá. Te alcancé frente al Matadero Viejo; quedaste arrinconado contra un cerco. Me mirabas. Siempre me mirabas. –Lo sabías. –Volvé. –No puedo, Abelardo, te juro que no puedo. –Volvé, ¡animal! –Por Dios que no puedo. –Volvé o te llevo a patadas en el culo. La luna grande, no me olvido, blanquísima luna de verano entre los árboles y tu cara de tristeza o de vergüenza, tu cara de pedirme perdón, a mí, tu hermosa cara iluminada, desfigurándose de pronto. Me ardía la mano. Pero había que golpear, lastimar, ensuciarte para olvidarme de aquella cosa, como una arcada, que me estaba atragantando. –Bruto –dijiste–. Bruto de porquería. Te odio. Sos igual, sos peor que los otros. Te llevaste la mano a la boca, igual que el chico cuando salía de la pieza. No te defendiste. Cuando te ibas, todavía alcancé a decir: –Maricón. Maricón de mierda. Y después lo grité. Escuchame, César. Es necesario que leas esto. Porque hay cosas que uno lleva mordidas, trampeadas en la vergüenza toda la vida, hay cosas por las que uno, a solas, se escupe la cara en el espejo. Pero de golpe, un día, necesita decirlas, confesárselas a alguien. Escuchame. Aquella noche, al salir de la pieza de la gorda, yo le pedí, por favor, que no se lo vaya a contar a los otros. Porque aquella noche yo no pude. Yo tampoco pude.

Poema para compartir

RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN
(Buenos Aires, 1905-1974)



MOTIVO PARA UNA CAJITA DE MÚSICA

En otoño, las calles,
en el barrio, se tiñen
de una especial atmósfera, de silencio con alas.
Casi con el aroma de un estío
apenas olvidado.
Son calles como sueños
pero despiertas, lúcidas.

Soñar es estar vivo.

Siempre amaré estas calles, con su color de pueblo,
cuna de la esperanza, camino del recuerdo.
Sus tendidos crepúsculos y sus mañanas altas
me dieron el fervor. Yo les devuelvo sueños.

El poema es un sueño.

En otoño, las calles…
En otoño, las calles
melancólicas sueñan
que viven porque saben
que saben porque sueñan.

DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO Y DEL DERECHO DE AUTOR 23 DE ABRIL -2016


Estamos inmersos en los impactos de la tecnología, casi todo gira alrededor le los recursos tecnológicos y en ellos el  libro está y estará siempre allí, cercano a cada uno de nosotros para entrar y salir de esos aparatos que nos acompañan día a día; claro que no a todos, TODOS….¡cuántos y en cuántas regiones del país y del mundo no se puede acceder  o porque no hay energía eléctrica o porque la situación económica no les  permite entrar a  esos últimos avances tecnológicos…!, ¿serían o serán los” CIBER-MARGINADOS”?
De cualquier modo el libro está allí y entero, con sus TAPAS, SUS HOJAS , SUS COLORES  Y SUS PERFUMES , no puede reemplazarse en el placer de leer .
La palabra TODA desde la oralidad, el sonido claro  de la voz y los silencios, no tienen tiempo ni reemplazos, está en  nosotros desde el nacimiento y por eso el valor urgente de revisar el pleno y cálido uso diario
del libro .
La preocupación por dar un lugar destacado y preferencial en el mundo a esta temática, partiendo de la niñez, se dio con Jelia Leman, nacida en Stuttgart, Alemania en 1891 quien, siempre estuvo dedicada a estimular  en los niños y en  los jóvenes, todo lo que se refiriera a la lectura y a los libros.
Pudo concretar así,  con muy pocos recursos económicos, en 1946, una muestra de ilustraciones y de libros para niños en Münich fundando allí, en el 48, la Biblioteca Internacional para Jóvenes, Biblioteca que tuve la suerte de
visitar y consultar en dos ocasiones durante  mi especialización en Europa
.
En fechas como las que nos ocupan nos deben preocupar siempre las  LITERATURAS PRIMIGENIAS. Las primeras lecturas, los primeros libros que fundamentan nuestro sistema conceptual, nuestro acercamiento a la realidad, a la fantasía, a la identidad, desde lo cercano, sentido como propio, para comprender, con  verdadera maduración  y sustanciosa conciencia, el presente pluridireccional que nos convoca.
Esta literatura bien conocida por los adultos y por los niños con quienes se trabaja EMOCIONALMENTE desde el comienzo de la vida, se constituye en la herramienta motivadora para estimular el permanente HÁBITO LECTOR, el LIBRO VIVO.
La palabra, cuando es fuerte y se ama desde el vamos, bien elegida criteriosamente, equivale a una magnífica y segura realización personal  que, así llevada, no permite los escleróticos marginamientos  tantas veces ”CULTIVADOS” hoy. La palabra es una milenaria VOZ ACTIVA, deslumbrante y motivadora que debe tomarse muy en serio; la PALABRA ORAL Y ESCRITA. Todos llevamos bajo la piel  como un “tatuaje “ de la vida, historias que perduran y, bien usadas, alargan los afectos y las realizaciones.
Este verdadero acercamiento, necesita del reposo, del entusiasmo contagioso, del oído grupal y personal como  cotidiano “viento fresco y estimulador”. El propietario de la voz, docente o adulto interesado en la niñez, es el sujeto agente, bien informado y preocupado, que habiendo oído antes, se apropia, convencido, de esas seducciones sonoras que lo conquistaron desde el comienzo de la vida y  quiere transmitir con la fuerza de la seducción que es lo que se necesita para llegar de verdad a los pequeños, los primeros lectores de la PALABRA, de ,los LIBROS.
Dice el  investigador Janer Manila:
 La fantasía y la razón son dimensiones esenciales del pensamiento humano que forman la experiencia porque son inseparables de los procesos que la configuran.
La literatura , la lectura,  el libro, en todos sus soportes, están allí  acompañando siempre nuestro cotidiano andar.


                                    María del Carmen Villaverde de Nessier

                                                Pte. de ASL

sábado, 2 de abril de 2016

DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO INFANTIL - 2 DE ABRIL -2016

            
Estamos Inmersos en los impactos de la tecnología, casi todo gira alrededor le los recursos tecnológicos y en ellos el  libro está y estará siempre allí cercano a cada uno de nosotros para entrar y salir de esos aparatos que nos acompañan día a día; claro que no a todos, TODOS….¡cuántos y en cuántas regiones del país y del mundo no se puede acceder  o porque no hay energía eléctrica o porque la situación económica no les  permite acceder a  esos últimos avances tecnológicos…!, ¿serían o serán los” CIBER-MARGINADOS”?
De cualquier modo el libro está allí y entero con sus TAPAS, SUS HOJAS , SUS COLORES  Y SUS PERFUMES , no puede reemplazarse en el placer de leer .

La palabra, la voz, la imaginación que en cada una despierta, la oralidad, el sonido claro  de la voz y los silencios, no tiene tiempo ni reemplazos, está en  nosotros desde el nacimiento y por eso el valor urgente de revisar el pleno y cálido uso diario del libro en la infancia.
La preocupación por dar un lugar destacado y preferencial en el mundo a esta temática, se da con Jelia Leman, nacida en Stuttgart, Alemania en 1891 ( fallece en 1970) que, siempre dedicada a estimular a niños y jóvenes en todo lo que se refiriera a la lectura y a los libros, concreta, con muy pocos recursos económicos, en 1946, una muestra de ilustraciones y de libros para niños en Münich fundando allí, en el 48, la Biblioteca Internacional para Jóvenes, Biblioteca que tuve la suerte de visitar y consultar en dos ocasiones durante  mi especialización en Europa en Literaturas Infantiles. En 1952 concibe la idea de reunir a todos los que se dedicaban a estos temas, en lo que se llamó: Organización Internacional del libro Infantil : IBBY , creando tambén el Premio Hans C. Andersen en cuyo homenaje propone  celebrar , el 2 de abril, nacimiento de Andersen, el Día Internacional del Libro para Niños. Luchó por la total integración de quienes trabajamos en estos temas  y fue así que tuve la suerte de iniciar  por estos lares, (al regreso de  la especialización en España con Carmen Bravo Villasante), en la celebración del 2 de abril allá por  1970  junto a CERLAL ( luego ( CERLALC).

La Literatura Infantil, nunca “literatura menor”, las PRIMERAS LITERATURAS a tener  en cuenta, fundamentan nuestro sistema conceptual, nuestro acercamiento a la realidad y a la identidad, desde lo cercano, sentido como propio para comprender y decir con  verdadera maduración  y sustanciosa conciencia de este presente pluridireccional que nos convoca.
Esta literatura bien conocida por los adultos y por los niños con quienes se trabaja EMOCIONALMENTE, se constituye en la herramienta motivadora para estimular el permanente HÁBITO LECTOR.
La palabra, cuando es fuerte y se ama desde el vamos, bien elegida criteriosamente equivale a una magnífica y segura realización personal  que así llevada no permite los escleróticos marginamientos  tantas veces ”CULTIVADO”. Es una milenaria VOZ ACTIVA, deslumbrante y motivadora que debe tomarse muy en serio. Todos llevamos bajo la piel  como un “tatuaje “ de la vida historias que perduran y bien usadas, alargan los afectos.
Este verdadero y necesario acercamiento , necesita del reposo, del entusiasmo contagioso, del oído grupal y personal como “viento fresco y estimulador”. El propietarios de la voz, docente, adulto interesado en la niñez, es el sujeto agente, bien informado y preocupado, que habiendo oído antes, se apropia, convencido, de esas seducciones sonoras que lo conquistaron y las quiere transmitir con la fuerza de la seducción que es lo que se necesita para llegar de verdad a los pequeños.
Dice el  investigador Janer Manila.  La fantasía y la razón son dimensiones esenciales del pensamiento humano que forman la experiencia porque son inseparables de los procesos que la configuran.
La literatura  infantil está allí y no la descuidemos .
                                   María del Carmen Villaverde de Nessier
                                               Pte. de ASL




Poemas para compartir :)

HILARIO  ASCASUBI
(Córdoba, 1807-Buenos Aires, 1875) 

LA REFALOSA

Mira gaucho salvajón

que no pierdo la esperanza
y no es chanza
de hacerte probar que cosa
es «Tin Tin y Refalosa»
ahora te diré como es:
escuchá y no te asustés
que para ustedes es canto
más triste que viernes santo
Unitario que agarramos
lo estiramos o paradito nomás
lo agarran los compañeros
por supuesto, mazorqueros
y ligao con maniador doblado
ya queda coco con codo
y desnudito ante todo
¡Salvajón!
Aquí empieza su aflicción
luego después a los pieses
un sobeo en tres dobleces
se le atraca
y queda como una estaca
lindamente asigurao,
y parao lo tenemos
clamoriando y como medio chanceando
lo pinchamos y lo que grita
cantamos «la refalosa y tin tin»,
sin violín.

Pero seguimos al son
de la vaina del latón
que asentamos el cuchillo y le
tantiamos con las uñas el
cogote.
¡Brinca el salvaje vilote
que da risa!
...............
Finalmente:
cuando creemos conveniente,
después que nos divertimos
grandemente, decimos que al salvaje
el resuello se le ataje;
y a derecha
lo agarra uno de las mechas
mientras otro lo sujeta
como a potro de las patas
que si se mueve es a gatas
Entretanto nos clama por cuanto santo
tiene el cielo;
pero ahí nomás por consuelo
a su queja
abajito de la oreja
con un puñal bien templao
y afilao
que se llama quita penas
le atravesamos las venas
del pescuezo
¿Y que se le hace con eso?
larga sangre que es un gusto,
y del susto
entra revolver los ojos
...............
¡Que jarana!
Nos reímos de buena gana
y muy mucho
al ver que hasta les da chucho;
y entonces lo desatamos
y soltamos;
y lo sabemos
parar para verlo
refalar ¡en la sangre!
hasta que le da calambre
y se cai a patalear,
y a temblar
muy fiero, hasta que se estira
el salvaje; y lo que espira
le sacamos una lonja que apreciamos
el sobarla y de manea
gastarla De ahí se le cortan las orejas,
barba, patillas y cejas;
y pelao lo dejamos
arumbao,
para que engorde algún chanco,
o carancho.
...............
Con que ya ves, Salvajón
Nadita te ha de pasar
Después de hacerte gritar
¡Viva la Federación!





NICOLÁS GUILLÉN
(Cuba, Camaüey, 1920-La Habana, 1989)
  
 UN POEMA DE AMOR


No sé. Lo ignoro.
Desconozco todo el tiempo que anduve
sin encontrarla nuevamente.
¿Tal vez un siglo? Acaso.
Acaso un poco menos: noventa y nueve años.
¿O un mes? Pudiera ser. En cualquier forma,
un tiempo enorme, enorme, enorme.


Al fin, como una rosa súbita,
repentina campánula temblando,
la noticia.
Saber de pronto
que iba a verla otra vez, que la tendría
cerca, tangible, real, como en los sueños.
¡Qué explosión contenida!
¡Qué trueno sordo
rodándome en las venas,
estallando allá arriba
bajo mi sangre, en una
nocturna tempestad!
¿Y el hallazgo, en seguida? ¿Y la manera
de saludarnos, de manera
que nadie comprendiera
que ésa es nuestra propia manera?
Un roce apenas, un contacto eléctrico,
un apretón conspirativo, una mirada,
un palpitar del corazón
gritando, aullando con silenciosa voz.


Después
(ya lo sabéis desde los quince años)
ese aletear de las palabras presas,
palabras de ojos bajos,
penitenciales,
entre testigos enemigos.
Todavía
un amor de «lo amo»,
de «usted», de «bien quisiera,
pero es imposible»... De «no podemos,
no, piénselo usted mejor»...
Es un amor así,
es un amor de abismo en primavera,
cortés, cordial, feliz, fatal.
La despedida, luego,
genérica,,
en el turbión de los amigos.
Verla partir y amarla como nunca;
seguirla con los ojos,
y ya sin ojos seguir viéndola lejos,
allá lejos, y aun seguirla
más lejos todavía,
hecha de noche,
de mordedura, beso, insomnio,
veneno, éxtasis, convulsión,
suspiro, sangre, muerte...
Hecha
de esa sustancia conocida
con que amasamos una estrella.



domingo, 20 de marzo de 2016

Efemérides importantes

20 de marzo Día Internacional del Narrador Oral

20 de marzo Día Mundial del Teatro para Niños

21 de marzo Día Mundial de la Poesía

2 de abril Día Internacional del Libro Infantil


lunes, 22 de febrero de 2016

Día internacional de la Lengua Materna

La Asociación Santafesina de Lectura advierte sobre esta fecha que se conmemora hoy, que fuera proclamada por la Unesco hace 15 años para promover la diversidad lingüística y cultural y el plurilingüismo. También recuerda la labor que realiza para preservarla desde hace 35 años.
TEXTOS. MARÍA DEL CARMEN VILLAVERDE, PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN DE LECTURA (ASL).
Día Internacional  de la Lengua Materna
Qué bueno es en estos días de vacaciones, tiempo de ir y venir con menos horarios, de disfrutar de los espacios de silencio, del diálogo entre amigos, del perfume de los jazmines santafesinos, del “zumbido de los bichos de la hierba, de pintar un verde paisaje, la frescura del viento y el polvillo del sol...”, Jacques Prevert.
Es en estos días que tenemos que recordar muy especialmente a la lengua que nos une y nos reúne desde el nacimiento: la lengua materna. Y, como todos, desde algún ángulo del ir siendo cada día, somos un poco maestros, hay que estar siempre dispuestos a saber más de todo y de todos, y, por supuesto, del diálogo inicial de la comunicación social que es la propia lengua, la lengua madre, la lengua materna.
Desde el encuentro con los primeros sonidos de las letras y el tono de las palabras para decir, para pedir, para jugar, sentimos ese cosquilleo interior que nos hace ir comprendiendo la necesidad inquietante de estar comunicados. Son todos ellos los primeros instrumentos maravillosos que se ponen a nuestro alcance, capaces de fructificar, organizados, para lograr ser entendidos y satisfechos y ellos, los sonidos, y ellas las palabras, en la contextualización oportuna, van sembrando de matices la tierra nueva y fértil de cada universo cerebral, la primera plaza de wifi plenamente humana y afectiva que debe ser orientada contagiosamente por los adultos responsables, permitiendo así el florecimiento del encuentro placentero con la lectura del mundo.
Aquí se da el punto de unión, el núcleo fuerte de las propuestas múltiples que venimos promoviendo desde hace 35 años con la Asociación Santafesina de Lectura y que tan bien han fructificado en tantos sitios de la provincia y, por suerte, del país. Quisimos ser “Cajas de Luz”, nutrición contagiosa de palabras y lecturas para tratar de evitar la desnutrición intelectual.
Sabiendo que la lectura segura, reflexiva, contagiosa, abre las puertas de la libertad, el conocimiento y la imaginación, propiciamos que las palabras de los libros en las lecturas, todas, encontraremos siempre verdaderas totalidades históricas del hombre partiendo de su propia lengua y a través de todos los tiempos.
LOS LIBROS NOS HACEN PENSAR
Muchos fueron y seguirán siendo nuestros proyectos entroncados en la lectura que, como dice Roland Barthes: “Es como una naturaleza que se desliza enteramente a través de la palabra del escritor”. Porque los libros no piensan por nosotros, nos hacen pensar.
Enumeraremos algunos de los más importantes proyectos:
- Cursos de formación de formadores (desde 1972).
- Listas Bibliográficas por edades y documentación sobre el material de lectura para niños y jóvenes en Bibliotecas Públicas consultadas desde nuestros comienzos y difundidas a través de municipalidades y comunas, en colegios y también en universidades.
- Encuentros con escritores.
- Talleres de Formación de Narradores, desde 1975, dejando constituidos Clubes de Narradores.
- Ferias de Libros para Niños (las primeras del país).
- Decenas de Campañas de Lectura, desarrolladas junto a las “Ferias del libros” en casi todos los pueblos de la provincia junto a bibliografías y Hojas Voladoras, sobre temas de la especialidad, Bibliovalijas y Festivales de Lectura, con el rescate de la narrativa regional y los slogans: “Partir de lo cercano para luego universalizarnos y cambiar ardillas por cuises y abetos por chañares”.
Estos Festivales se organizaron por primera vez en Santa Fe en 1978, difundidos luego en todas las provincias a través de la Revista de Educación “La Obra”, bajo nuestro permanente asesoramiento e intercambio de inquietudes relacionadas con la realidad geográfico-social de cada lugar (también etárea) para seleccionar mejor la bibliografía a utilizar. (Hoy hay algunos intentos pero más bien se trata de concursos o de un día lectura, sin suficiente orientación y seguimiento).
OTRAS ACTIVIDADES
Miembros activos, por invitación, del Encuentro Latinoamericano para la Elaboración del Tesauro de Literaturas Infantiles en Venezuela- 1987.
Celebración de la Semana de la Palabra, en Junio, con Día del Periodista, del Escritor y del Libro, elaborando un tríptico que se envía a los medios de comunicación y Regiones de educación primaria.
Clubes de Lectura: los primeros de la región, partiendo de los escritores santafesinos.
Jornadas Regionales de Lectura.
Concursos y Juegos Florales para jóvenes poetas y narradores.
Memoria oral de nuestros pueblos rescatando historias de inmigrantes.
Presentación de autores santafesinos y sus obras.
Encuestas “El placer de leer”, resultados recogidos por UNESCO y CERLALC.
Participación especial y por invitación en Congresos de la especialidad, en Argentina y el exterior.
Representantes del Mercosur para el Primer Encuentro de Literaturas Infantiles y Bibliotecas.
Cancioneros infantiles populares.
Mesas Servidas: autores y libros.
Primer Encuentro Regional de Narradores con Feria de Libros, en conjunto con organismos provinciales y particulares, en las instalaciones del Correo Central utilizando toda la planta baja (con sus tres entradas) y dos pisos superiores, con sala de espectáculos.
Publicación periódica del Cuaderno-Libro sobre Lectura que llega a todos los socios y a las instituciones escolares que los solicitan así como a otros centros de similares características de países latinoamericanos y europeos, con los que constantemente intercambiamos inquietudes.
Las actividades son muchísimas y más, mucho más, sabiendo que -como dice Umberto Eco-: “Imaginar una mañana sin libros ni lecturas sería casi como no existir”.

Fuente: http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2015/02/21/nosotros/NOS-11.html